7 de junio de 2011

Tres sistemas de asamblea que he conocido

Desde que empezó el movimiento he podido asistir a tres tipos de asambleas de lugares diferentes y muy distintas entre si. Voy a pasar a resumir brevemente el modelo de cada una de ellas:

Guadalajara:
El sistema de asamblea se realiza por el consenso de un 80% aproximado. Para personas que conozcan un poco sobre teoría de sistemas asamblearios, pretender el consenso de un 80% ya es más que bastante, pero en Guadalajara el sistema funciona y se sacan adelante proyectos importantes.
Antes de votar se dan unos 6 turnos de palabra para madurar la cuestión. Si después de votar el consenso no llega al 80% se decide como mejorar la propuesta y llevarla al día siguiente.
Por otro lado las minorías no quedan descontentas, pues asumen que muchas mentes piensan mejor que unas pocas, sobre todo teniendo en cuenta que se mueven de manera bienintencionada. La gente sigue yendo a las asambleas, las cosas funcionan, hay muy buen ambiente y se sacan cosas adelante.
En este sistema se tienen en cuenta las abstenciones, algo que me parece muy importante y que explicaré más abajo.

Torrejón de Ardoz:
El sistema consiste en lo siguiente. Se lanza una votación, se piden los votos a favor y los votos en contra. Se dan 6 turnos de palabra a las personas que quieran hablar, sacar lo bueno y lo malo de la propuesta. Si de nuevo sigue habiendo gente en contra se dan otros 6 turnos de palabra.
Una vez terminan estos 6 turnos (o 12 si no ha habido consenso), se repite la votación, pero ya no se piden votos en contra. Si los votos a favor son mayoría, la propuesta se acepta, evitando así entrar en bucles absurdos. Si por otro lado la propuesta ha generado dudas, se lleva de nuevo a comisiones para madurarla y llevarla a la asamblea siguiente.
El sistema es un poco más lento que el de Guadalajara, pero a cambio se dan más turnos de palabra y se pueden generar más propuestas.
La gente acaba contenta y el sistema es eficaz. Nadie se siente discriminado.

Puerta del Sol:
El sistema asambleario funciona por consenso absoluto. Esto es curioso teniendo en cuenta que es donde más gente acude, resultando por definición mucho más dificil llegar a consensos. Este sistema se planteó así desde el principio para que ninguna minoría se sintiese discriminada por una mayoría que tenga el poder de decidir. El problema es que con un solo voto en contra, la propuesta se paraliza, y debe rebajarse y simplificarse para llegar a un consenso de mínimos. A veces incluso los consensos de mínimos son imposibles, y podemos encontrarnos con una asamblea de tres horas dedicadas a decidir si en el próximo encuentro realizaremos o no un minuto de silencio. Absurdo.
Sol se ha encontrado con la paradoja de que unos pocos son los que impiden a la mayoría tomar ninguna decisión, como la de levantar el campamento (idea que está asentada en la imnensa mayoría de los que allí están). Pero este sistema diseñado para no discriminar a nadie se ha convertido en una dictadura de la minoría, que lo boicotea todo, y que deja la duda de si existen topos o agentes contrarevolucionarios.

Sólo me queda animar a los asamblearios de Sol que puedan empaparse de los sistemas de las ciudades y barrios que han crecido a partir de ellos, darles todo mi apoyo, y que tengan la valentía para dar un golpe en la mesa acabando con esta situación incomprensible para nadie.

Sobre este tema podéis encontrar un interesante artículo sobre el problema de Sol aquí (gracias a Alberto).


Las abstenciones:
Para terminar paso a explicar porque considero importante contar con las abstenciones, algo que sólo he visto en Guadalajara:
Vamos a imaginar una situación hipotética. Nos encontramos en la asamblea de Torrejón por ejemplo, surge una propuesta algo dudosa o disparatada, y se pide votación. Sólo votan a favor una minoría, digamos un 10% de los presentes. Después se piden votos en contra y no vota nadie. Pues bien, se acepta la propuesta alegando "consenso", cuando en realidad un 10% de los asamblearios no se puede considerar de ninguna manera un consenso. Si se pide que levanten la mano las abstenciones, en este caso el 90%, nos encontraremos con que son una mayoría arrolladora, lo que debería hacer recapacitar y llevar la propuesta a comisiones.
Es una situación dificil de darse, cierto, pero que debería estar contemplada. Más aún, me parece positivo y muy oportuno que se tenga en cuenta la opinión de todos, siendo las abstenciones también una opinión como la que más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario